LIBROS Y PREMIO NOBEL DE LITERATURA

El domingo estuve en la Feria del Libro de Valencia firmando ejemplares de El pecado que mató a Carolina Martín y, aunque personalmente estoy muy satisfecha, tengo que decir que me llamó la atención que no había muchos buscadores de libros paseándose por las casetas. Y no solo lo comenté yo, otros escritores que estaban a mi alrededor también hicieron alusión a la escasa participación.

Entonces me vinieron a la cabeza varias cuestiones: ¿será porque es el Día de la Madre? ¿Será que la gente lee menos? ¿ O será porque los lectores prefieren el libro electrónico al papel? De ahí pasé a preguntarme cómo era posible que este año no se conceda el Premio Nobel de Literatura, así que voy a ir por partes.

Antes de irme me di una vuelta por el stand de la librería donde vendían mi novela y estuve charlando con el librero. Me informó de que el 1 de mayo estuvo «petao», pero que tal vez por ser la fecha que era la cosa había flojeado. Me alegré de saberlo, pero no hizo alusión al resto de días que la feria estuvo abierta, once para ser exactos, e imagino que fue porque tampoco tenía gran cosa que añadir. ¿Demasiados días?

Lo cierto es que una de las librerías más importantes de Valencia hace años que ni aparece por allí. Lo sé porque me lo dijeron ellos mismos: «No nos compensa asistir». Y no hace falta ser Einstein para deducir que si no van es porque el gasto supera al ingreso. Ni os cuento la pena que siento de que esto ocurra.

Por eso, si alguno ha estado en la feria del libro de otra ciudad y tuvo que hacer cola para dar un paso o recibió más de un codazo de algún maleducado intentando abrirse paso entre la multitud; bueno, no hay que exagerar, con un solo empujón es suficiente, por favor que me lo diga. Se lo agradeceré. 

¿Significa eso que la gente lee menos? Yo creo que no. Intuyo que cada vez hay más adictos a la lectura que se han pasado al mundo de Internet. Y, a pesar de que la mayoría siente debilidad por el papel, con ese aroma tan delicioso y el regusto que da pasar las páginas, se han decantado por ser prácticos y austeros. Con los ebooks se ahorra espacio y, todos lo sabemos, son mucho más baratos.Además, no puedo olvidar que mis hijos llevan desde cuarto de primaria estudiando con el iPad y ¡apenas utilizan libros! (Aunque para eso está su madre que se los compra para que lean en su tiempo libre)  

Pero entonces, ¿cuál es el futuro de los libros de papel? Voy a dar mi opinión basándome en lo que ven mis ojos. Todos trabajamos con Internet y nos es cómodo comprar cualquier artículo, a veces imposible de encontrar a la vuelta de la esquina, sin movernos de casa. Ya puede ser un billete de avión, la última máscara anti acné de luz pulsada o una camisa. Da igual, lo que compruebo a diario es que los pequeños comercios van desapareciendo: una ferretería que tenía cerca, tiendas de moda que no sobreviven a los dos años, negocios de revelado fotográfico que han dejado de existir…, librerías.

En conclusión, el mundo de Internet ha dado tal vuelco a nuestra sociedad que, ahora solo me centro en los libros pero se puede extrapolar a muchos otros ámbitos, aunque se lea más, calculo que en unos veinte años solo quedaran las grandes librerías y estarán muy especializadas, tal vez bajo pedido. El  libro en papel no desaparecerá, su magia y su encanto son insustituibles, pero se convertirá en un artículo de lujo que podrán permitirse los bolsillos más afortunados, o los que tengan el gusto de darse un capricho. Quizás nos lo harán llegar los monstruos que manejan esa red de comunicación de alcance mundial. Los cambios que sufriremos, a todos los niveles, en los próximos años son imparables. No sé si será mejor o peor, pero desde luego diferente lo será, y mucho.

 

 

El otro asunto que me ha parecido interesante destacar, ya que hablo de libros, es que este año no habrá Premio Nobel de Literatura. No es la primera vez que ocurre, pero en esas otras ocasiones estaba justificado: guerras mundiales. Pero que ahora sea por filtraciones, corrupción y denuncias por acoso y agresión sexual me parece lamentable. Ocho de los dieciochos académicos han dimitido. ¿A qué esperan los otros diez? Ahí lo dejo.

Dieciocho mujeres han acusado al marido de una de las integrantes de la Academia por acoso sexual. Para que os ilustres de la calaña de este individuo, Jean-Claude Arnault, os informo de que fue capaz de tocarle el culo a la princesa heredera de Suecia en un evento público.

Su esposa, una mujer cultivada con gran influencia en el mundo cultural sueco y con quien no empatizo por no verla como a la desvalida consorte, a pesar de que es una de las que ha tomado las de Villadiego, fue capaz de conseguir fondos de la Academia para financiar a su amado esposo, ya que se trata de un afamado artista y fotógrafo, y de paso apoyar a un club literario que, casualmente, gestionaban Jean- Claude…y ella. En mi casa a eso se le llama corrupción y abuso de poder. (Y es que el poder, además de corromper, debe de ser adictivo: nadie lo quiere abandonar)

Hace 20 años una de las víctimas alertó a la institución en una carta en la que describía su caso. Pero la Academia hizo oídos sordos y ahora se enfrentan a la acusación de 18 mujeres, la mayoría hijas, esposas o trabajadoras del organismo, que aseguran fueron forzadas en los lujosos apartamentos de Paría o Estocolmo que el prestigioso organismo posee en dichas ciudades, o incluso en la propia sede. Una de ellas ha llegado incluso a denunciarlo por violación.

Además, este insigne personaje también ha sido acusado de filtrar durante años el nombre del futuro laureado. Supongo que esta información le habrá reportado suculentos beneficios. 

Estoy convencida de que los premiados lo son por derecho propio y los académicos habrán votado en conciencia. Pero la ética y la moral de estos eruditos, y sobre todo la mujer de este abusador que me resulta impensable que no conociera sus aficiones, con esa actitud cómoda de mirar para otro lado, ha quedado en entredicho y ha perjudicado gravemente la imagen de la Academia. Para estar en un puesto de relevancia, además de cultura e inteligencia, se pide respeto, honradez y honestidad. (Al menos yo creo que debería ser así).  

Me viene a la cabeza El Lazarillo de Tormes, gran maestra la sabiduría popular, en concreto el pasaje donde el astuto ciego reprende al pícaro por comer más uvas que él. ¿Por qué lo descubre? Porque él come de dos en dos y el rapaz calla. ¿Por qué callaron los académicos? 

P.D- La sociedad ha cambiado, pero la naturaleza humana sigue siendo la misma. ¡Releamos El lazarillo de Tormes!  

Comentarios
  • Aga López
    Responder

    Hola Eugenia, aunque estoy de vacaciones de Internet ( suelo hacerlo por higiene mental),aunque no sea el miércoles he leído tu artículo semanal. En Barcelona la feria del libro o sea Sant Jordi, fue fenomenal tanto para editores,libreros y escritores, éxito rotundo, pero no creo que sea comparable, Sant Jordi es algo más y aunque día laborable, la gente asalta las calles y el regalar libros y rosas, es una de esas tradiciones que no creo desaparezcan nunca en Catalunya. Creo que estas en lo cierto y los libros electrónicos han robado protagonismo a las ediciones en papel, aunque los nostálgicos sigamos prefiriendo el papel, el olor a tinta y a rasgarse el dedo de vez en cuando al pasar una hoja, aunque para se sincero voy alternando ambos, la facilidad de adquirir libros y el precio mucho más económico influye, también pasó con la música, coincido contigo que dentro de unos años la Red será totalmente necesaria para todo, casi lo es ya. En cuánto a la Academia Sueca, una entidad más que entra en la rueda de escándalos e intereses creados, el susodicho Jean-Claude Arnoult un pájaro de cuidado y la esposa pues ya se sabe perder lo que se tiene…cuesta. Buen artículo como siempre.

    • Eugenia Dalmau
      Responder

      Hola, Aga,primero decirte que coincido al cien x cien en que es necesario desconectar de las redes sociales. En algún momento yo también lo haré.
      En cuanto al libro electrónico tampoco me cabe la menor duda de que se comerá al de papel. Hasta yo que soy de papel estoy pensando en hacerme con un Kindle. Y cierto lo de la música. No sé que hacer con los cd que circulan por mi casa (y de eso no hace tanto años), encontrar aparatos para escuchar los discos compactos es casi tan difícil como encontrar un tocadiscos.
      Respecto a la Academia solo quería llamar la atención sobre lo largos que son los tentáculos de la corrupción que no tiene fronteras. Da igual la nacionalidad, el ámbito o las buenas intenciones iniciales. El poder es adictivo y vuelve avaricioso al que lo detenta. Así que según mi entender, que ya lo lleva mucho tiempo pensando, fuera los cargos vitalicios y la posibilidad de presentarse indefinidamente a puestos de responsabilidad
      Un abrazo y disfruta tus vacaciones!!

  • Aga López
    Responder

    Particularmente con los Cd lo que suelo hacer es pasarlos a MP3 y cuando hago un viaje largo en coche los escucho. Si, el poder ha sido así desde el principio de los tiempos y así seguirá.
    Muchas gracias Eugenia!! Seguramente esta semana colgaré alguna foto. Un abrazo y gracias por la respuesta.

    • Eugenia Dalmau
      Responder

      Creo que voy a copiarte con los Cd, Aga!! Te veo en Instagram. Gracias a ti y un abrazo.

Deja un comentario