Dejo el salón a oscuras y enchufo el cable. ¡Oh, milagro celestial!, la guirnalda de luces navideñas que compré hace dos años en el chino se enciende; y no solo eso, además las diminutas bombillas de colores parpadean siguiendo un ritmo cadencioso que de repente cambia y se vuelve más rápido, al poco vuelve a cambiar y se iluminan todas a la vez. ¡Funciona! Estoy entusiasmada porque no confiaba mucho en que después de tanto tiempo y con tanto vapuleo que le han dado a la caja donde estaban guardadas, aquellas lamparillas continuasen cumpliendo su objetivo. ¡Qué alegría, estaba equivocada!
Aún me falta colocar las bolas en el árbol de Navidad, pero eso va a estar un poco más complicado porque tengo que rebuscar entre las cajas de cartón que están en la terraza, y que tras la última mudanza todavía están por abrir.
EL CEMENTERIO DE LOS LIBROS PERDIDOS
Pensaba aprovechar el puente y dedicarme a decorar el salón con velas y algún motivo navideño, pero antes tengo que encontrar los adornos. Así que empiezo a levantar las tapas para ver qué contienen y me encuentro con una que está llena de libros. La separo del resto de cajas y me pongo, con un trapo en la mano, a sacarlos uno a uno y quitarles el polvo. Ahí hay verdaderas joyas que me han acompañado a lo largo de mis, bastantes, cambios de domicilio. Los repaso con detenimiento y me doy cuenta de que echo de menos alguna de aquellas novelas que tan buenos momentos me hicieron pasar. Sigo mirando cajas por si acaso están en alguna otra y me topo con más libros, pero no con esos que tengo en mente. Me da rabia comprobar que no están; seguro que se han ido quedando en alguna de esas casas a las que ya no voy a volver. Me gustaría creer que están en el cementerio de los libros olvidados pero, como yo no los olvido, más bien estarán en el cementerio de los libros perdidos.
La elección del género de novela ha ido variando en función de mis circunstancias personales, y he leído de todo. Recuerdo que en la adolescencia, y en un año, me leí la colección de clásicos, encuadernada en piel verde, que mis padres tenían para adornar la estantería; sí, esa que casi nadie se leía. Y aunque confieso que en más de uno la lectura se convirtió en un suplicio, otros me resultaron un verdadero hallazgo.
Los 10 libros de intriga y misterio que os recomiendo leer
Pero para evadirme y dejarme llevar siempre he recurrido a los libros de intriga y misterio, esos que te enganchan y estás deseando saber el final aunque te dé pena acabarlos. Por eso siento cierta frustración al echar en falta varios; a veces olvido la trama y en mi memoria solo queda el buen regusto que me dejaron; en ese caso procuro releerlos.
Pienso en ellos y al ser incapaz de elegir entre uno u otro ni tampoco de acordarme cuál me leí antes y cuál después, me meto en Internet y busco el año de publicación. No voy a descubrir la trama, si no cuento la mía tampoco lo voy a hacer con la de los demás, solo os comento las impresiones de mis 10 novelas de misterio favoritas, y que por desgracia no encuentro.
Mientras tanto, los amantes de lecturas más profundas y descriptivas pueden cerrar los ojos y sumergirse en El perfume de Patrick Süskind, una gran historia.
Pero ahora me centro en esas que son fáciles de leer y te atrapan sin remedio:
1º- El asesinato de Rogelio Ackroyd (1926), de Agatha Christie: me la volví a comprar hace poco; ¿dónde estará aquella de una daga clavada en una tela verde? Creo que junto a Diez negritos es la mejor novela de la reina del suspense. La señora Christie juega con el lector hasta el final mientras le sitúa de forma magistral en la Inglaterra de los años 20. ¡Agatha era genial!
2º- El nombre de la rosa (1980), de Umberto Eco: crímenes, monjes, historia…Todos los ingredientes para ser lo que es: una obra maestra. Es cierto que en algún momento el libro se me hizo un poco pesado con tanta descripción y tantas frases en latín, pero la trama es tan interesante que no la puedes abandonar; y si, además, rememoro la película, con ese Guillermo de Baskerville, un Sherlock Holmes del siglo XIV, interpretado por Sean Connery, me derrito y no puedo pasar esta memorable obra por alto.
3º- El Ocho (1988), de Katherine Neville. Imposible parar ni para ir al baño. Te engancha desde el principio. Un ajedrez, Revolución francesa, época actual, secretos, África . A mí me resultó adictiva. Acabo de leer algunas reseñas de lectores que la califican de «truño». Para gustos, colores. Cuando me la volví a leer hace un montón de años me volvió a cautivar. ¡Menuda imaginación la de la señora Neville! Me arriesgaría a decir que precursora de Dan Brown.
4º- La tabla de Flandes (1990), de Arturo Pérez-Reverte. Otra historia de ajedrez mezclada con pintura flamenca, contada de manera fresca y original. Me sentí totalmente identificada con la protagonista. Yo era muy joven cuando me la leí y recuerdo que tenía ganas de irme a la cama para seguir leyendo. Me la tendré que volver a comprar, porque la película ni de lejos llega a la altura del libro.
5º- La sombra del viento (2001), de Carlos Ruíz Zafón: El adjetivo es excelente. Tan bien escrita que te parece estar paseando por la Barcelona de la primera mitad del siglo XX. ¿A quién no le gustaría adentrarse por un laberinto y descubrir el cementerio de los libros olvidados? Enigmática y maravillosa hasta el final.
6º- La biblia de barro (2005), de Julia Navarro. Aventuras, historia, arqueología y peligros que acechan bajo la amenaza de la guerra de Irak, y todo esto unido de forma soberbia a una biblia milenaria. Tensión a raudales. Aquí me veo obligada a nombrar a otra de las grandes damas del género de aventuras: Matilde Asensi. Desde que leí Iacobus me convertí en fan incondicional de esta escritora.
7º- El jardín olvidado (2008), de Kate Morton. Una historia mágica donde la intriga y los secretos de familia van de la mano. La atmósfera que crea la señora Morton me hizo pensar en Jane Austen, pero le da un toque de actualidad que hace de esta novela una obra de obligada lectura. No puedo evitar mencionar a Diane Setterfield, pues ambas escritoras me parecen sacadas de la misma escuela y El Cuento Número Trece también me mantuvo en vilo desde la primera página.
8º- La biblioteca de los muertos (2009), de Glenn Cooper. ¿Hay un asesino con poderes clarividentes en Nueva York? ¿Por qué volvemos a una abadía del siglo VII? Originalidad y emoción sin límites combinados en una perfecta narrativa donde los cambios temporales acrecentan la intriga.
9º- La verdad sobre el caso Harry Quebert (2012), de Jöel Dicker. ¿Qué puedo añadir a lo que ya se ha dicho sobre este best seller mundial que consiguió vender en Estados Unidos más de dos millones de copias en un solo año y que ha recibido premios por todas partes?¿Trama fascinantemente elaborada y tan bien narrada que te está cayendo un chaparrón pero no buscas refugio porque todavía no te has dado cuenta de que está lloviendo? Lo dejaré así: fenómeno mundial.
10º- El silencio de la ciudad blanca (2016), de Eva García Sáenz de Urturi. La escogí por casualidad, su sinopsis me arrastró a comprarlo. ¡Qué ojo tuve! Fue el verano que os conté que debido al estrés el cuello se me llenó de granos. Esta novela negra consiguió que cada una de las, pocas, noches que duró su lectura me olvidara de mis problemas y me zambullera de pleno en una trama ágil y muy bien escrita, con asesino en serie de por medio. Sin darme cuenta me ponía a hacer footing por las calles de Vitoria dispuesta a recorrer cada uno de sus rincones. Por cierto, me acabo de acordar de que este libro sí que sé donde lo dejé. ¡Qué suerte!
Sé que no están todos los que deberían, pero me había propuesto escoger diez y estos han sido los primeros que me han venido a la cabeza de entre los que estarán en mi cementerio de los libros perdidos. Es posible que en otro post os escriba mis diez novelas favoritas de intriga que siguen en mi autopista privada, o sea, circulando en mis estanterías.
Lo pensaré mientras cuelgo las bolas en el árbol…Las acabo de encontrar.
Muy buena selección y cuantos maravillosos recuerdos guardo de la mayoría de libros que ha nombrado. Otros no los conocía y ya los tengo anotados para próxima visita a mi librería de cabecera.
Totalmente de acuerdo, Elena. Y no están todos los que deberían. He elegido estos porque me engancharon y porque son muy conocidos. Si quieres añadir alguno más a la lista y comentarlo, mi blog está abierto!!